Skip to main content

El 2020 sin dudas fue un año muy complicado. Un año lleno de incertidumbre, tristeza, dolor y muchas veces, repleto de soledad. Queremos compartir algunos aprendizajes que fuimos teniendo a lo largo del 2020.

 

👉 Tener un hogar donde confinarse es un privilegio:

«No veo la hora de salir de casa» «Me siento encerrada» «Necesito más espacio»  Pensamos, pero… 

¿Y si no tienes un hogar donde confinarte? ¿Y si te toca compartir habitación con otras 10 personas desconocidas? ¿Y si dependes del centro de día/noche para ducharte, comer, y pasar el rato?

Por más insólito que parezca, esto sigue siendo una realidad.  

👉 La brecha digital existe:

En un mundo donde casi todo tiene su versión en línea, todavía hay quienes no tienen acceso a un ordenador, o un móvil o simplemente acceso a internet. 

Durante los meses de encierro no dejamos de hacer entrenos a distancia via Jitsi. Sin embargo, cayó mucho la participación debido a problemas de conectividad, o falta de recursos y espacio para realizar los ejercicios.  

👉 El acceso a la actividad deportiva es un derecho:

Hoy más que nunca entendemos la necesidad de realizar actividad deportiva. No solo desde el punto de vista físico, sino también (y sobretodo) para nuestra salud mental.

Confirmamos, una vez más, la importancia que tiene generar espacios gratuitos pensados para quienes más lo necesitan. 

👉 Sostener la incertidumbre juntos:

Ya sea por voluntad propia, o por obligación, el mayor desafío que tuvo el mundo de este año fue: aprender a sostener el vacío y la incertidumbre. Perdimos el control y eso genera miedo y ansiedad.

Vivir sin saber qué pasará mañana no es una tarea sencilla, y la llegada del Covid-19 nos trajo esta lección. Lo más tranquilizador fue sabernos acompañar mutuamente. Dicho esto, nos preguntamos… 

Abandonar tu hogar, dejar atrás a tu familia, cruzar las fronteras poniendo en riesgo tu vida para llegar a un país nuevo, con una cultura e idioma diferentes, sin papeles ni certezas de que las cosas vayan a salir bien… 

Debe ser un proceso muy… solitario y aterrador, ¿verdad? 

Hoy estamos viviendo lo que a otros les tocó y les toca vivir a diario. Que esto nos sirva para acompañarnos mutuamente, desde un lugar mas cercano. 

Os deseamos un muy feliz comienzo de año, y esperamos que además de salud y prosperidad, el 2021 traiga también mucha empatía, solidaridad, lucha, derechos, hambre de justicia, salud y mucho amor y fútbol.