Italiano – 37 años (Voluntario en el área deportiva)
¿Cómo conociste el proyecto?
Tan pronto como me mudé aquí a Barcelona, la empresa donde trabajo había organizado un partido amistoso para apoyar a la asociación. Lo aproveché como una oportunidad para conocer a nuevos compañeros y jugar un partido de fútbol. No vino ni un colega. Yo era el único. Al final, creo que fue mejor así; si hubieran venido me hubiera parado a hablar de trabajo con ellos en lugar de conocer a los chicos y a Fredi.
¿Hace cuánto que colaboras con Street Soccer Barcelona?
Creo que menos de un año. Con la pandemia en el medio, he perdido la noción del tiempo.
¿Qué es lo que te motiva a venir?
Especialmente en los últimos tiempos, le tengo mucho miedo al egoísmo y al individualismo. Aunque todos siguen diciendo que juntos lo lograremos, no veo este espíritu de equipo que realmente podría ayudar al mundo en el que vivimos. Entonces descubres que hay algunos chicos que hacen todo lo posible para verse cada semana para jugar al fútbol, conocerse, enfrentarse y discutir. Veo una gran fuerza en esto. Aprendo mucho de esta experiencia y me deja con una dosis de optimismo que a menudo me cuesta encontrar en otros lugares.
Aprendo mucho de esta experiencia y me deja con una dosis de optimismo que a menudo me cuesta encontrar en otros lugares.
¿Crees que tiene impacto?
Hay dos factores que pueden evaluarse, el impacto inmediato y el impacto a largo plazo.
Afortunadamente, el impacto inmediato se ve cada vez que nos reunimos para jugar o entrenar. Están bien, se divierten, crean un ambiente positivo.
Para analizar el largo plazo, lamentablemente, creo que es temprano y que no depende solo del increíble esfuerzo que haga Street Soccer Barcelona. Todo depende de las oportunidades que tendrán estos jóvenes para poner en práctica las lecciones aprendidas también durante esta experiencia.
¿Cómo crees que el deporte impacta en este colectivo de personas en particular?
El deporte es increíble, logra crear una condición de normalidad en cualquier contexto. Ahora mismo, cuando que viviendo las vacaciones de Navidad, me viene a la mente una historia increíble, que sucedió durante la Primera Guerra Mundial, en 1915. Los soldados alemanes e ingleses llevaban tiempo enfrentándose, pero para celebrar la Navidad, negándose a seguir las ordenes de arriba decidieron instituir unos días de tregua. Pero no solo eso, van más allá. Organizan un partido de fútbol. Se dice que se celebró el día de Navidad. Evidentemente se desconoce el resultado, aunque juraría que los británicos dirían que ganaron al menos 4-0.
El deporte es esto, es la posibilidad de experimentar la normalidad incluso en medio de una guerra.
Estos niños tienen detrás o siguen teniendo experiencias muy complejas y dolorosas. Para ellos, hacer deporte representa la tregua navideña entre alemanes e ingleses.
¿Qué rol ocupas actualmente?
Mi función es apoyar y ayudar especialmente en la gestión de actividades deportivas. Recientemente comencé a coordinar el entrenamiento del equipo de fútbol sala que, con suerte, pronto comenzaremos a competir en una liga. Crucemos los dedos 🤞🏿.
¿Qué te gustaría aportar al proyecto?
Se necesita experiencia y conocimiento para manejar a los chicos que vienen a entrenar, especialmente en el lado humano. Soy nuevo en este mundo, tengo que aprender muchas cosas, cometo muchos errores. Lo que puedo aportar es esta gran pasión que tengo por el deporte y me gustaría transmitir mi pensamiento sobre el fútbol que, como siempre digo, es una metáfora perfecta de la vida.
Y, ¿qué has aprendido durante este tiempo colaborando con la asociación?
Que la diversidad es una ventaja, una ventaja increíble. Los ves jugando, burlándose unos de otros, a veces parecen hablar: luego descubres que hablan diferentes idiomas. Increíble.
¿Qué te gustaría que pudiéramos hacer desde SSB en el futuro?
Sería genial tener también streetbasket o streetvolley. Además me gustaría que, entre los chicos actuales, en unos años, alguno de ellos pudiera ser entrenador y apoyar las actividades de la asociación.
Un desafío para el 2021:
Claro: ¡ganar la liga!
Estoy bromeando, obviamente. Sería bueno volver a jugar y entrenar sin miedo a infectarse.
El reto que me he planteado es comprometerme a mejorar el equipo de fútbol sala. Y luego tengo otro reto: evitar que cuando explico los movimientos a realizar, los chicos me miren con esa cara de desconcierto. Todavía no he descubierto si es por mi itañol, o porque estoy diciendo tonterías, o tal vez por ambas cosas.
¡Muchísimas gracias por tu tiempo y dedicación! Como siempre, un placer hablar contigo.