«No nos centramos en la tecnificación, no buscamos la profesionalización de los niños. Respetamos el trabajo de los clubes de fútbol, pero pensamos que olvida la parte más pedagógica y humanística. Queremos que los niños y niñas que vienen a jugar se lo pasen bien y vivan el respeto por la diversidad.»
Aprovechamos una matinal de partidos amistosos en el campo municipal de Can Boada (Terrassa) para charlar un rato con Oleguer Presas. Es el 18 de diciembre y hemos jugado un partido con jóvenes de la Escuela de Fútbol la Caserna, un proyecto cooperativo de fútbol formativo en Sabadell, en el que Oleguer colabora.
Oleguer, explícanos su proyecto.
La Escola de Futbol la Caserna es un proyecto de fútbol formativo. No nos centramos en la tecnificación, no buscamos la profesionalización de los niños. Respetamos el trabajo de los clubs de fútbol, pero pensamos que olvida la parte más pedagógica y humanística. Queremos que los niños y niñas que vienen a jugar se lo pasen bien y vivan el respeto por la diversidad. Las familias que forman parte del proyecto lo gestionan todo. No se tienen en cuenta las limitaciones técnicas, nos ayudamos, hacemos formaciones y aprendemos. Y si hace falta pedimos apoyo externo, más especializado, por ejemplo, para atender a niños con necesidades concretas. Pero la idea es que no existe un no para nadie. Juegan juntos niños y niñas, y lo que tiene pocas habilidades y quiere jugar también tiene un sitio. Y aparte tenemos un equipo de jóvenes. Nos pidieron desde los servicios sociales del ayuntamiento poder dar cabida a un colectivo de jóvenes sin papeles.
¿No participais en competiciones?
No, todos los partidos que hacemos son amistosos. Por una parte, las familias no quieren estar ligadas a competir todos los fines de semana. Por otra parte, no es lo que buscamos, no nos motiva la competición y la presión que implica. Ahora mismo nos encontramos bien con esta idea, esto no quiere decir que más adelante pueda valorarse entrar a hacer competición.
¿El nombre de la entidad viene del espacio donde empezó a jugar?
Sí, es el antiguo cuartel de la guardia civil en Sabadell. Estaba abandonada desde hacía años y una plataforma de vecinos reivindicaba el espacio para uso comunitario. Allí empezamos a entrenar y jugar. Más tarde no nos permitieron seguir ahí. Ahora utilizamos el patio de una escuela pública. Pero seguimos reivindicando espacios de ocio comunitarios. En la entidad tenemos una comisión de espacios.
Por último, ¿crees que otro fútbol, con otros valores, puede ir cogiendo espacio al fútbol de alta competición?-
Es una pregunta que me hacen a menudo. Quizás desde la izquierda alternativa se ha evitado tratar el mundo del deporte de alta competición, y especialmente del fútbol. Y habría que intentar no renunciar, buscar nuestro espacio. Es difícil un proceso de sustitución, y experiencias como la nuestra no lo buscan. Pero existe un movimiento creciente de clubs de accionariado popular que es muy interesante. Y a nivel más mediático casos como el del St. Pauli, que, como es lógico, tiene sus contradicciones, como todo el mundo, pero que promueve valores de izquierdas.
Muchas gracias Oleguer